Cuando las lesiones en el ápice no ceden aun haciendo el tratamiento de conductos o endodoncia, se recurre a un tratamiento que se llama apicectomía.

¿Qué es?

Este procedimiento quirúrgico ayuda a acabar con el problema dental tanto desde la raíz como desde los tejidos adyacentes.

• La técnica se realiza bajo anestesia local, consiste en realizar una incisión en la encía a nivel del ápice con lesión y en la zona próxima a la pieza dental, para poder extraer la punta de la raíz y eliminar todo el tejido infectado manualmente.
• Y al finalizar la cirugía se sella el conducto radicular con un material bio-compatible que se llama MTA Material de Trióxido Agregado.
• Se realiza una sutura.
• 8 días después de la cirugía  se retiran puntos y revisión de la cicatrización.

Cada mes se realiza una radiografía de control para revisar que la lesión vaya disminuyendo con el tiempo.

La tasa de éxito es superior al 80 %, además la técnica quirúrgica se ha sofisticado a lo largo del tiempo y esto ha mejorado el pronóstico.

Por lo tanto, gracias a la apicectomía se logra conservar el diente, aunque puede haber casos en los que no se consiga el resultado esperado y sea necesario otro tratamiento.