Aunque se considera un procedimiento quirúrgico, es un tratamiento sin complicaciones. Consiste en remodelar el contorno de la encía para exponer una mayor superficie de los dientes.

¿Cuándo se realiza?

El procedimiento implica quitar parte del tejido de la encía y a veces también un poco de hueso, para dejar a la vista una mayor parte de la corona y poder rehabilitar el diente con un correcto sellado que impida una filtración o mal cementado.

Indicaciones

• En perforaciones que están por debajo de la encía.
• Fracturas profundas.
• Para cambiar una prótesis cuyo margen del diente esté por debajo de la encía.
• Por cuestiones estéticas donde los dientes se ven pequeños y se quiere alargar visiblemente.

Contraindicaciones

• Pérdida ósea alrededor de la pieza.
• Fracturas demasiado profundas a nivel de la raíz.
• Longitud corta de la raíz.

¿Cómo se realiza?

• Se realiza con anestesia local.
• Se mide la longitud de la encía y hueso que se recortará.
• Incisión o corte de encía y de hueso.
• Sutura o colocación de apósito quirúrgico.
• 8 días después revisión y retiro de puntos.

Cuidados post – operatorios:

• Tomar los medicamentos antiinflamatorios para disminuir inflamación y dolor.
• Puedes presentar un ligero sangrado 24 horas después de la intervención, si esto pasa es normal y puedes detenerlo haciendo presión con una gasa.
• Durante los primeros días después de la operación no realices enjuagues bucales.
• Evitar alimentos calientes, ingiere únicamente líquidos el primer día y posteriormente lleva una dieta blanda.
• Los próximos 2 días, evita cepillarte la zona intervenida.
• Suspender actividades deportivas durante los 3 primeros días.
• No fumes durante los 15 días posteriores a la operación, ya que hacerlo retrasará el proceso de cicatrización.
• Para recobrarte con éxito debes ser paciente, tener una buena higiene oral y acudir a las citas con el odontólogo.